Hernia Discal y Pilates: Mi Experiencia para Aliviar el Dolor Lumbar
Estoy con la hoja en blanco y voy a procurar transmitir y resumir lo que he aprendido tras pasar por un pico muy agudo de dolor causado por una hernia discal.
En concreto una hernia L5-S1.
Te pongo en contexto: en ese momento tenía dos peques de 3 y 5 años, mucho trabajo en casa y fuera de ella y un estrés que no supe gestionar.
Primer consejo: escucha tu cuerpo
El cuerpo nos va dando señales ¡es muy sabio!.
Y si no le escuchamos cuando nos susurra…acaba gritando.
El caso es que mi cuerpo me estaba dando pequeños susurros, una ligera molestia en el piramidal derecho (zona del centro del glúteo y hacia la parte lateral).
Esos susurros cada vez eran más frecuentes y más intensos.
Yo que soy una persona bastante coherente, pensé: “ok, mi cuerpo me avisa de algo, voy a hacerle caso.”
Segundo consejo: prueba y observa lo que te funciona
El caso es que mi vena responsable salió y empecé a realizar cosas como: auto-masajes con la pelota pequeña, sesiones de activación muscular, por supuesto Pilates para el dolor lumbar,…
Pero noté que en ese momento algo más estaba pasando ya que lo que en otras ocasiones me había funcionado, ahora no me duraba el efecto en el tiempo o seguía molestándome.
Así que pensé, “voy a buscar otras nuevas soluciones posibles”.
Tercer consejo: selecciona buenos profesionales
Entonces es cuando fui a una clínica de fisioterapia en la que me hicieron un tratamiento…que os voy a ahorrar detalles pero me mandó directamente al hospital.
Y pasé los siguientes 6 meses casi sin poderme mover de la cama.
El caso es que era una clínica que llevaba muchos años en mi ciudad, pero…a mí no me funcionó.
Cuarto consejo: analiza todos tus ámbitos
Cuando me paré por completo, tuve mucho tiempo para reflexionar.
¿En qué había fallado?
Un gran aprendizaje fue: PARAR.
Resulta que aunque yo no podía moverme, la vida seguía, los niños seguían yendo al colegio, la casa se
limpiaba, alguien me sustituyó en el trabajo…
Así que esa historia que me contaba en mi cabeza de que “no podía parar” no era real.
Quinto consejo: cuidar la parte emocional
Uffff aquí la historia es muyyyy larga de contar, pero el caso es que yo comía sano, hacía ejercicio, bebía agua, dormía bien….
Pero emocionalmente no estaba bien en ese momento.
¡Qué importante es esto!
El cuerpo es un reflejo exterior de lo que nos pasa interiormente.
Ahora cuido esa parte, le presto atención e invierto en mi salud emocional.
Sexto consejo: ejercicios de Pilates
Por supuesto, los ejercicios que ya conocía del Pilates, fueron clave en mi recuperación.
Y también me dieron la oportunidad de volver a disfrutar de una vida normal sin tener que pasar por cirugía.
Todo lo que aprendí en ese momento al pasar por esa etapa aguda de dolor más todo lo que he ido aprendiendo al dar clase a decenas de alumnos con hernias y dolor lumbar, lo tenía que compartir.
Así que he creado este curso muy breve y asequible con los mejores ejercicios para aliviar el dolor lumbar.
Si quieres saber algo más de la historia, en el minuto 29 de esta entrevista hablo sobre la etapa difícil en la que me detectaron la hernia discal. Puedes verla aquí.
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